Las empresas conseguirán una mayor o menor ayuda según la evolución de la actividad, la ocupación de sus vagones de carga o el tipo de tracción de las locomotoras, dando una mayor ayuda a la tracción eléctrica que al diésel.
Las empresas conseguirán una mayor o menor ayuda según la evolución de la actividad, la ocupación de sus vagones de carga o el tipo de tracción de las locomotoras, dando una mayor ayuda a la tracción eléctrica que al diésel.