La inflación está modificando el comportamiento de los españoles a la hora de gestionar su cesta de la compra. Cuatro de cada 10 apuesta por el consumo de productos de marca blanca y el 21% ha reducido la compra de las carnes y pescados.

Es más, una nueva encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios, apunta que el 36% de los españoles reconoce haber dejado de usar el coche por el aumento del precio de los carburantes. La encuesta revela una notable contracción del consumo desde el pasado mes de enero. La OCU pide al ejecutivo español medidas para suavizar los efectos negativos que la situación económica está teniendo en los consumidores.

El 33% de los españoles ha recortado sus salidas a bares y restaurantes. El pesimismo crece: cuatro de cada cinco encuestados cree que los precios de la energía y los carburantes continuarán subiendo.