La realidad de agricultores y ganaderos andaluces es dura, sufren lo que las cifras macroeconómicas esconden. Así, mientras que la ruina azota el campo andaluz los consumidores pagan por encima del 1.000% en algunos productos en los lineales.

Entre los productos con precios más elevados en los supermercados está el maíz dulce con una diferencia entre el campo y la mesa del 2.400%. Le siguen la naranja, el limón y el tomate, que se venden por encima del 1.000% de incremento. La ruina del campo alcanza a todas las provincias, con especial virulencia en los cultivos de temporada. Así, sandía y melón tienen una diferencia del 547% y del 466% respectivamente, entre lo que se paga a los productores y lo que pagan por ellos lo consumidores. Los productores de ajo y cebolla están viviendo una campaña desastrosa, la falta de agua y de riego han provocado que muchos de ellos hayan dejado de sembrar.

‍