Cabe recordar que flota cañera vasca pesca habitualmente especies de túnidos tropicales, como el listado, el rabil o el patudo, en aguas de Senegal, y lleva 18 meses sin poder faenar de forma regular en esas aguas debido al veto del Gobierno del país africano que les impide entrar en la bahía de Han y proveerse de cebo vivo para faenar. A ello se suma la decisión del pasado día 1 de enero de no expedir nuevas licencias para barcos europeos, posturas ambas que ratificó ayer el ministro de Pesca y Economía Marítima de Senegal, Alioun Ndoy, a la delegación europea.
Como consecuencia, la flota cañera vasca -ya solo 3 barcos- permanece desde entonces amarrada en el puerto de Dakar y ello aun cuando la Comisión Europea (CE) emitió un informe científico que demuestra el bajo impacto de la recogida de cebo en esa zona del caladero senegalés.
Ayudas para evitar la quiebra
En esta situación, y a pesar de que ambas partes acordaron ayer convocar urgentemente una reunión del Comité Conjunto de Seguimiento del acuerdo de pesca UE-Senegal, Dakartuna insiste en la necesidad de una solución urgente, ya que con esta actitud Senegal incumple el acuerdo de pesca con la UE, establecido en julio de 2019 por un periodo de cinco años y con una contribución anual de la UE de 1,7 millones de euros (800.000 euros en concepto de acceso a las aguas senegalesas y el montante restante para apoyar la política de gestión de las pesquerías del país).
Dakartuna vuelve a solicitar, por tanto, a la Secretaría General de Pesca (SGP) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que active las ayudas necesarias para evitar la quiebra de las empresas armadoras y la pérdida de los puestos de trabajo de los tripulantes de los barcos.
Según Miguel Ángel Solana, presidente de Dakartuna, “tras más de 19 meses sufriendo esta situación, en los que hemos continuado haciendo frente a los costes de la tripulación y los portuarios y de consignatarios, estamos al límite y es necesario que se activen los mecanismos necesarios para que podamos hacer uso de las ayudas a la paralización temporal que prevé el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP). Para nosotros, su artículo 21.2.e. es claro, puesto que establece que se podrán conceder ayudas por paralización temporal de las actividades pesqueras en los casos en los que se produzca una interrupción, debida a causas de fuerza mayor, de la aplicación de un acuerdo de colaboración de pesca sostenible con terceros países o de su protocolo. Si esto no fuera posible, solicitamos al menos que el MAPA nos conceda las ayudas de minimos, que para eso están previstas en la legislación europea y no requieren autorización previa de la Comisión Europea”.
Cabe recordar que flota cañera vasca pesca habitualmente especies de túnidos tropicales, como el listado, el rabil o el patudo, en aguas de Senegal, y lleva 18 meses sin poder faenar de forma regular en esas aguas debido al veto del Gobierno del país africano que les impide entrar en la bahía de Han y proveerse de cebo vivo para faenar. A ello se suma la decisión del pasado día 1 de enero de no expedir nuevas licencias para barcos europeos, posturas ambas que ratificó ayer el ministro de Pesca y Economía Marítima de Senegal, Alioun Ndoy, a la delegación europea.
Como consecuencia, la flota cañera vasca -ya solo 3 barcos- permanece desde entonces amarrada en el puerto de Dakar y ello aun cuando la Comisión Europea (CE) emitió un informe científico que demuestra el bajo impacto de la recogida de cebo en esa zona del caladero senegalés.
Ayudas para evitar la quiebra
En esta situación, y a pesar de que ambas partes acordaron ayer convocar urgentemente una reunión del Comité Conjunto de Seguimiento del acuerdo de pesca UE-Senegal, Dakartuna insiste en la necesidad de una solución urgente, ya que con esta actitud Senegal incumple el acuerdo de pesca con la UE, establecido en julio de 2019 por un periodo de cinco años y con una contribución anual de la UE de 1,7 millones de euros (800.000 euros en concepto de acceso a las aguas senegalesas y el montante restante para apoyar la política de gestión de las pesquerías del país).
Dakartuna vuelve a solicitar, por tanto, a la Secretaría General de Pesca (SGP) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que active las ayudas necesarias para evitar la quiebra de las empresas armadoras y la pérdida de los puestos de trabajo de los tripulantes de los barcos.
Según Miguel Ángel Solana, presidente de Dakartuna, “tras más de 19 meses sufriendo esta situación, en los que hemos continuado haciendo frente a los costes de la tripulación y los portuarios y de consignatarios, estamos al límite y es necesario que se activen los mecanismos necesarios para que podamos hacer uso de las ayudas a la paralización temporal que prevé el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP). Para nosotros, su artículo 21.2.e. es claro, puesto que establece que se podrán conceder ayudas por paralización temporal de las actividades pesqueras en los casos en los que se produzca una interrupción, debida a causas de fuerza mayor, de la aplicación de un acuerdo de colaboración de pesca sostenible con terceros países o de su protocolo. Si esto no fuera posible, solicitamos al menos que el MAPA nos conceda las ayudas de minimos, que para eso están previstas en la legislación europea y no requieren autorización previa de la Comisión Europea”.