Las históricas demandas del sector apícola para que se refuerce la información al consumidor sobre la miel se verán cumplidas con el acuerdo alcanzado por la Comisión Europea con los denominados 'trílogos'.

De esta manera, con la nueva normativa el consumidor tendrá una información más precisa sobre el origen y composición de la miel, reduciendo así el fraude en este producto. Los envases deberán incluir en la etiqueta el nombre de los países de origen de las mezclas en orden decreciente con el porcentaje de cada origen. Las normas que conforman las denominadas "directivas de desayuno" trabajan en la introducción de métodos de análisis armonizados para detectar la adulteración de la miel con azúcar, rastrear el origen de la miel y en la implementación de  criterios para determinar que la miel no esté sobrecalentada cuando se venda al consumidor.

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