El último impulso llegó en septiembre desde la ciudad de los rascacielos. La actriz norteamericana Sara Jessica Parker, que grababa una escena de la nueva temporada de Sexo en New York, se sirve una copa de vino espumoso rosado sin alcohol. Una acción a la que estaban ajenos en la sede de la empresa en Huércal de Almería.
Este vino, comprado por la bodega almeriense en La Mancha y desalcoholizado en Alemania, está ya presente en dos estudios de grabación en Hollywood. Y mientras en España, el mercado es residual. La explicación puede estar en el carácter del consumidor español.
El despegue del volumen de negocio a esta bodega, gobernada solo por mujeres, se ha dejado notar en el último año. 140.000 botellas han sido etiquetadas y vendidas.
El último impulso llegó en septiembre desde la ciudad de los rascacielos. La actriz norteamericana Sara Jessica Parker, que grababa una escena de la nueva temporada de Sexo en New York, se sirve una copa de vino espumoso rosado sin alcohol. Una acción a la que estaban ajenos en la sede de la empresa en Huércal de Almería.
Este vino, comprado por la bodega almeriense en La Mancha y desalcoholizado en Alemania, está ya presente en dos estudios de grabación en Hollywood. Y mientras en España, el mercado es residual. La explicación puede estar en el carácter del consumidor español.
El despegue del volumen de negocio a esta bodega, gobernada solo por mujeres, se ha dejado notar en el último año. 140.000 botellas han sido etiquetadas y vendidas.