La peor parte se la llevan las producciones de sandía y melón, especialmente en aquellas explotaciones que se encontraban en plena polinización. De este modo, en una primera estimación se podría hablar de una reducción de la cosecha sandía en alrededor de un 25%, y en algunas fincas incluso más, y además traer consigo un retraso en la entrada en producción. Situación parecida está teniendo lugar en las plantaciones de melón, pues muchas de estas explotaciones se encuentran en plena polinización, y las abejas son muy sensibles a la falta de luminosidad de estos días, lo que está provocando malos cuajes y la consiguiente pérdida de producción futura.
En un escenario similar se encuentran otros productos hortícolas en plena producción como calabacín o pepino, que son “hortalizas de rápido crecimiento y a los que la falta de luz ha provocado una reducción de incluso el 50% de la producción estos días" señala Antonio Navarro, Presidente Provincial de ASAJA. “También el tomate se está viendo afectado por esta situación, a la que se sumarán los efectos del exceso de humedad por las fuertes lluvias especialmente en la zona de Níjar”.
Desde ASAJA se señala que además de la consecuencia para el cuaje de la presencia de tierra en las cubiertas de los invernaderos, se ocasiona un gasto adicional en mano de obra y agua al tener que llevar a cabo tareas para favorecer la entrada de luz, limpiando tierra y barro de los techos.
La lluvia, bienvenida en términos generales, da un respiro a los agricultores
En lo que respecta a la lluvia que ha caído este pasado fin de semana desde ASAJA se valora que en líneas generales deja buenas sensaciones en el campo. Así hay zonas y cultivos que agradecen los litros caídos “ya que suponen un alivio ante la difícil situación de sequía que venimos arrastrando y con posibles recortes a la vuelta de la esquina, pero además desde el punto de vista económico con los actuales costes que tiene el riego permite a muchos agricultores respirar”.
Así por ejemplo si hablamos del Levante y en cultivos como los cítricos la lluvia caída ha sido bienvenida. En cambio en algunas parcelas destinadas a lechuga, sandía o coliflor se han producido encharcamientos en algunas zonas y los principales problemas derivados son el barro a consecuencia de la calima más la lluvia, lo que está ocasionando retrasos en la recogida y la siembra en plantaciones al aire libre. Si bien no hay hasta el momento daños relevantes y la sensación general es beneficiosa para el campo.
En cultivos como el cereal y el almendro las lluvias han sido bien recibidas por la tierra, aunque podrían darse daños por el exceso de humedad que se podrían empezar a percibir en los próximos días.
La peor parte se la llevan las producciones de sandía y melón, especialmente en aquellas explotaciones que se encontraban en plena polinización. De este modo, en una primera estimación se podría hablar de una reducción de la cosecha sandía en alrededor de un 25%, y en algunas fincas incluso más, y además traer consigo un retraso en la entrada en producción. Situación parecida está teniendo lugar en las plantaciones de melón, pues muchas de estas explotaciones se encuentran en plena polinización, y las abejas son muy sensibles a la falta de luminosidad de estos días, lo que está provocando malos cuajes y la consiguiente pérdida de producción futura.
En un escenario similar se encuentran otros productos hortícolas en plena producción como calabacín o pepino, que son “hortalizas de rápido crecimiento y a los que la falta de luz ha provocado una reducción de incluso el 50% de la producción estos días" señala Antonio Navarro, Presidente Provincial de ASAJA. “También el tomate se está viendo afectado por esta situación, a la que se sumarán los efectos del exceso de humedad por las fuertes lluvias especialmente en la zona de Níjar”.
Desde ASAJA se señala que además de la consecuencia para el cuaje de la presencia de tierra en las cubiertas de los invernaderos, se ocasiona un gasto adicional en mano de obra y agua al tener que llevar a cabo tareas para favorecer la entrada de luz, limpiando tierra y barro de los techos.
La lluvia, bienvenida en términos generales, da un respiro a los agricultores
En lo que respecta a la lluvia que ha caído este pasado fin de semana desde ASAJA se valora que en líneas generales deja buenas sensaciones en el campo. Así hay zonas y cultivos que agradecen los litros caídos “ya que suponen un alivio ante la difícil situación de sequía que venimos arrastrando y con posibles recortes a la vuelta de la esquina, pero además desde el punto de vista económico con los actuales costes que tiene el riego permite a muchos agricultores respirar”.
Así por ejemplo si hablamos del Levante y en cultivos como los cítricos la lluvia caída ha sido bienvenida. En cambio en algunas parcelas destinadas a lechuga, sandía o coliflor se han producido encharcamientos en algunas zonas y los principales problemas derivados son el barro a consecuencia de la calima más la lluvia, lo que está ocasionando retrasos en la recogida y la siembra en plantaciones al aire libre. Si bien no hay hasta el momento daños relevantes y la sensación general es beneficiosa para el campo.
En cultivos como el cereal y el almendro las lluvias han sido bien recibidas por la tierra, aunque podrían darse daños por el exceso de humedad que se podrían empezar a percibir en los próximos días.