Con esta situación como eje central de la campaña hortofrutícola, el agricultor recibe un nuevo revés del mercado, acumulando pérdidas por el cultivo del melón. Mientras, el consumidor paga un diferencial del 650% respecto al precio conseguido por el agricultor en campo por esta fruta.
Con esta situación como eje central de la campaña hortofrutícola, el agricultor recibe un nuevo revés del mercado, acumulando pérdidas por el cultivo del melón. Mientras, el consumidor paga un diferencial del 650% respecto al precio conseguido por el agricultor en campo por esta fruta.