Las exportaciones hortofrutícolas españolas cerrarán 2021 con una facturación de 15.200 millones de euros, tras poner en el mercado 13,3 millones de toneladas. Son los datos que engloban el cierre de un año marcado por los daños colaterales de la COVID19, el temporal Filomena y el volcán de La Palma que ha afectado al 35% de las plantaciones plataneras de la isla y ha ocasionados unas pérdidas de 40 millones de kilos de plátanos al año. 2021, un año en el que el consumo per cápita de fruta fresca, hortalizas y patatas cayó casi 10 kilogramos y la Ley de la cadena alimentaria, con la prohibición de la venta a pérdidas, se abrió camino.
2022 es encarado por el sector ante un reto trascendental: la inflación de costes. El alza en el precio del cartón, el plástico o la energía eléctrica está siendo un lastre. Un lastre amortiguado en el precio de la energía por el frenazo que ha ocasionado en las producciones de Países Bajos, Bélgica y Francia. Un hecho que ha golpeado a la competencia comunitaria.
Las exportaciones hortofrutícolas españolas cerrarán 2021 con una facturación de 15.200 millones de euros, tras poner en el mercado 13,3 millones de toneladas. Son los datos que engloban el cierre de un año marcado por los daños colaterales de la COVID19, el temporal Filomena y el volcán de La Palma que ha afectado al 35% de las plantaciones plataneras de la isla y ha ocasionados unas pérdidas de 40 millones de kilos de plátanos al año. 2021, un año en el que el consumo per cápita de fruta fresca, hortalizas y patatas cayó casi 10 kilogramos y la Ley de la cadena alimentaria, con la prohibición de la venta a pérdidas, se abrió camino.
2022 es encarado por el sector ante un reto trascendental: la inflación de costes. El alza en el precio del cartón, el plástico o la energía eléctrica está siendo un lastre. Un lastre amortiguado en el precio de la energía por el frenazo que ha ocasionado en las producciones de Países Bajos, Bélgica y Francia. Un hecho que ha golpeado a la competencia comunitaria.