La nueva tecnología consigue mantener la fruta durante el tiempo que sea necesario, conservando todas sus cualidades de sabor y nutrientes, una vez es descongelada.
El objetivo es luchar contra el desperdicio alimentario. El producto se encuentra en perfecto estado para su consumo, pero la normativa europea impide su comercialización por encontrarse dañada su imagen exterior.
La totalidad de la fruta, una vez tratada, cortada y envasada, será donada a los comedores sociales. 10.000 familias dependen del Plátano de Canarias, que viven una situación dramática por el avance imparable de la ceniza en los cultivos.
La nueva tecnología consigue mantener la fruta durante el tiempo que sea necesario, conservando todas sus cualidades de sabor y nutrientes, una vez es descongelada.
El objetivo es luchar contra el desperdicio alimentario. El producto se encuentra en perfecto estado para su consumo, pero la normativa europea impide su comercialización por encontrarse dañada su imagen exterior.
La totalidad de la fruta, una vez tratada, cortada y envasada, será donada a los comedores sociales. 10.000 familias dependen del Plátano de Canarias, que viven una situación dramática por el avance imparable de la ceniza en los cultivos.