Factores como la necesidad de aumentar la producción de alimentos en un 50% para 2050, según la FAO, y la búsqueda de activos refugio frente a la inflación han impulsado la inversión en el suelo rústico. España, gracias a su clima privilegiado y su diversidad geográfica, se mantuvo como un destino atractivo. Según el Informe Cocampo, se registraron casi 130.000 adquisiciones de fincas rústicas hasta octubre, con Castilla y León, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha liderando las transacciones, representando el 55,7% del total.Este panorama refuerza el papel del sector agrícola como una pieza clave en las estrategias de inversión sostenible, combinando rentabilidad y resiliencia en un contexto de creciente demanda alimentaria mundial.
Factores como la necesidad de aumentar la producción de alimentos en un 50% para 2050, según la FAO, y la búsqueda de activos refugio frente a la inflación han impulsado la inversión en el suelo rústico. España, gracias a su clima privilegiado y su diversidad geográfica, se mantuvo como un destino atractivo. Según el Informe Cocampo, se registraron casi 130.000 adquisiciones de fincas rústicas hasta octubre, con Castilla y León, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha liderando las transacciones, representando el 55,7% del total.Este panorama refuerza el papel del sector agrícola como una pieza clave en las estrategias de inversión sostenible, combinando rentabilidad y resiliencia en un contexto de creciente demanda alimentaria mundial.