La exportación española de frutas y hortalizas frescas de enero a abril se ha situado en 4,8 millones de toneladas, un 4% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que las importaciones han crecido un 10% y han ascendido a 1,3 millones de toneladas, según los últimos datos actualizados del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria.

En valor, mientras que las ventas al exterior han aumentado ligeramente, un 1,6%, totalizando 6.135 millones de euros, las importaciones lo han hecho en un 9% con 1.247 millones de euros.      

El mayor descenso en las exportaciones del primer cuatrimestre se ha producido en las frutas, con un 7% menos que en los cuatro primeros meses de 2020, totalizando 2,3 millones de toneladas, descenso que también se ha producido en valor, con un 1% menos y 3.027 millones de euros. Tras los cítricos, los mayores volúmenes en este periodo corresponden a la fresa, que ha registrado un crecimiento del volumen exportado del 4%, con 223,707 toneladas y 514 millones de euros (+16%).

Las exportaciones de hortalizas han descendido en volumen un 1% respecto al primer cuatrimestre de 2020, totalizando 2,5 millones de toneladas, con una subida del valor del 4%, totalizando 3.108 millones de euros.  Ha retrocedido especialmente el tomate, con un 13% menos en volumen y un 1% menos en valor, situándose en 347.019 toneladas y 499 millones de euros. También ha descendido el volumen y valor de las coles, con 304.972 toneladas (-7%) y 347 millones de euros (-10%).

Las estadísticas de comercio exterior de frutas y hortalizas frescas muestran un escenario preocupante para el sector, según FEPEX, ya que no sólo reflejan el crecimiento de la importación en el mercado nacional, lo que es una tendencia en los últimos años, sino que también muestran el retroceso del volumen de la exportación española, y que afecta a productos muy significativos de la producción española, como el tomate. La perdida de presencia en el mercado comunitario de tomate en favor de producciones de terceros países hace necesaria una actuación urgente de la Comisión Europea.

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