Estas líneas de ayudas contribuyen, por ejemplo, a evitar la erosión de los suelos o mejorar su conservación; reducir las emisiones de gases y el efecto invernadero, mejorar la gestión del agua, de los fertilizantes y plaguicidas; así como al mantenimiento de la riqueza genética y la biodiversidad.
“Avanzamos en un modelo que ha llevado a la comunidad a contar con más de un 23% de su superficie agraria útil como producción ecológica, muy cerca del 25% que pide Europa para el año 2030”, ha subrayado la consejera, quien ha remarcado el liderazgo de Andalucía en agricultura ecológica con cerca de 1,1 millones de hectáreas.
Estos incentivos se destinan, concretamente, a la conversión a prácticas de agricultura y ganadería ecológica y mantenimiento de estas prácticas, tanto a nivel general como para convocatorias específicas para el olivar. Asimismo, también son objeto de estas ayudas la apicultura, las razas autóctonas, los sistemas sostenibles de cultivos agroindustriales, el olivar, los sistemas agrarios de especial interés para las poblaciones de aves esteparias, la agricultura de montaña con orientación ecológica en cultivos leñosos y olivar, los pastos, los sistemas singulares como el castaño o la uva pasa, los cultivos hortícolas intensivos o la flor cortada en invernadero.
“Desde el Gobierno de Andalucía apostamos por la producción ecológica apoyando a un sector agrario cada vez más comprometido con la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales”, ha recalcado la consejera, antes de apuntar que mientras Andalucía cuenta con un 23,58% de superficie dedicada a la producción ecológica, “la media de toda España se sitúa en torno al 10%”, y que la comunidad concentra el 24% de las cabezas de ganado ecológico de todo el país.
Estas líneas de ayudas contribuyen, por ejemplo, a evitar la erosión de los suelos o mejorar su conservación; reducir las emisiones de gases y el efecto invernadero, mejorar la gestión del agua, de los fertilizantes y plaguicidas; así como al mantenimiento de la riqueza genética y la biodiversidad.
“Avanzamos en un modelo que ha llevado a la comunidad a contar con más de un 23% de su superficie agraria útil como producción ecológica, muy cerca del 25% que pide Europa para el año 2030”, ha subrayado la consejera, quien ha remarcado el liderazgo de Andalucía en agricultura ecológica con cerca de 1,1 millones de hectáreas.
Estos incentivos se destinan, concretamente, a la conversión a prácticas de agricultura y ganadería ecológica y mantenimiento de estas prácticas, tanto a nivel general como para convocatorias específicas para el olivar. Asimismo, también son objeto de estas ayudas la apicultura, las razas autóctonas, los sistemas sostenibles de cultivos agroindustriales, el olivar, los sistemas agrarios de especial interés para las poblaciones de aves esteparias, la agricultura de montaña con orientación ecológica en cultivos leñosos y olivar, los pastos, los sistemas singulares como el castaño o la uva pasa, los cultivos hortícolas intensivos o la flor cortada en invernadero.
“Desde el Gobierno de Andalucía apostamos por la producción ecológica apoyando a un sector agrario cada vez más comprometido con la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales”, ha recalcado la consejera, antes de apuntar que mientras Andalucía cuenta con un 23,58% de superficie dedicada a la producción ecológica, “la media de toda España se sitúa en torno al 10%”, y que la comunidad concentra el 24% de las cabezas de ganado ecológico de todo el país.