La aplicación de la inteligencia artificial, la agricultura de precisión, la robotización, los drones, la detección de plagas y el conocimiento de las plantas se hacen imprescindibles para mantener, en la actualidad, al sector a la vanguardia con las nuevas tecnologías. De esta manera, mejorando la competitividad se puede ir hacia un modelo de explotación que cumpla con los objetivos medioambientales y de acción por el clima, reto que se conseguirá si se avanza en la digitalización.
El curso de Nanogrado comenzará el 15 de noviembre con 180 horas de formación en 10 módulos, 5 de conocimientos transversales (Internet de las cosas, design thinking, big data, entre otros) y 5 de las nuevas tecnologías en el sector hortofrutícola y las competencias profesionales necesarias para que los trabajadores, técnicos y productores adapten su actividad a través de la digitalización (IA, agricultura de precisión, robótica, economía circular e invernaderos).
La aplicación de la inteligencia artificial, la agricultura de precisión, la robotización, los drones, la detección de plagas y el conocimiento de las plantas se hacen imprescindibles para mantener, en la actualidad, al sector a la vanguardia con las nuevas tecnologías. De esta manera, mejorando la competitividad se puede ir hacia un modelo de explotación que cumpla con los objetivos medioambientales y de acción por el clima, reto que se conseguirá si se avanza en la digitalización.
El curso de Nanogrado comenzará el 15 de noviembre con 180 horas de formación en 10 módulos, 5 de conocimientos transversales (Internet de las cosas, design thinking, big data, entre otros) y 5 de las nuevas tecnologías en el sector hortofrutícola y las competencias profesionales necesarias para que los trabajadores, técnicos y productores adapten su actividad a través de la digitalización (IA, agricultura de precisión, robótica, economía circular e invernaderos).