El ántrax o carbunco es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria Bacillus antharacis. Este patógeno afecta gravemente a las vacas, ovejas y cabras, que una vez infectadas suelen morir súbitamente. De hecho, los animales afectados en España ya han sido enterrados en el lugar donde murieron. Los patógenos estaban en tierras previamente sumergidas y al emerger y contactar con el oxígeno se esporularon. Los animales comieron pasto de esas tierras contaminadas con el bacilo.
Un veterinario, hasta el momento, resultó contagiado al realizar una necropsia pero ha sido dado de alta. En humanos, la inhalación por vía aérea es la más peligrosa. Incluso puede provocar la muerte su la concentración de esporas es elevada. Esta característica ha derivado en el uso del ántrax en episodios de bioterrorismo.
La bacteria puede permanecer inactiva hasta que entra en contacto con el oxígeno y produce las esporas que sobreviven durante años en el suelo, la lana o el pelo de los animales infectados. Es conocida, también, como la enfermedad de los esquiladores. Los controles veterinarios a los que se somete al ganado evitan su propagación masiva. La Organización Mundial de Sanidad Animal resalta la dificultad para que esta bacteria se propague entre animales o entre personas.
El ántrax o carbunco es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria Bacillus antharacis. Este patógeno afecta gravemente a las vacas, ovejas y cabras, que una vez infectadas suelen morir súbitamente. De hecho, los animales afectados en España ya han sido enterrados en el lugar donde murieron. Los patógenos estaban en tierras previamente sumergidas y al emerger y contactar con el oxígeno se esporularon. Los animales comieron pasto de esas tierras contaminadas con el bacilo.
Un veterinario, hasta el momento, resultó contagiado al realizar una necropsia pero ha sido dado de alta. En humanos, la inhalación por vía aérea es la más peligrosa. Incluso puede provocar la muerte su la concentración de esporas es elevada. Esta característica ha derivado en el uso del ántrax en episodios de bioterrorismo.
La bacteria puede permanecer inactiva hasta que entra en contacto con el oxígeno y produce las esporas que sobreviven durante años en el suelo, la lana o el pelo de los animales infectados. Es conocida, también, como la enfermedad de los esquiladores. Los controles veterinarios a los que se somete al ganado evitan su propagación masiva. La Organización Mundial de Sanidad Animal resalta la dificultad para que esta bacteria se propague entre animales o entre personas.