Con esta cifra, el sector, declarado esencial y estratégico por el Gobierno como parte de la cadena alimentaria, ha sabido mantener sus índices de actividad tras solventar los problemas causados por la crisis sanitaria, tales como garantizar la salud de los tripulantes, asegurar los relevos en terceros países o el cierre de determinados canales de comercialización y algunos mercados internacionales.
Sin embargo, y sin haberse normalizado aún las consecuencias de esta crisis, el sector enfrenta ahora dos nuevas. Por un lado, la creada por el conflicto bélico en Ucrania, que ha afectado de manera violenta a la estructura de costes de producción de las empresas, especialmente por el alza del precio del combustible, y una segunda por las restricciones a la actividad que provocan las políticas medioambientales dela UE.
Cabe recordar que el alza del gasóleo pesquero, que habitualmente supone entre el 30 y el 40% de los costes de explotación de los buques, afecta gravemente a las empresas del sector, pues ya supera el 60% de estos. Al aumento del coste del gasoil en 2021 (44,44%) se sumó el brusco incremento por el conflicto en Ucrania. En concreto, desde el último trimestre de 2020 hasta julio de 2022, el precio del litro de gasoil se ha más que triplicado, pasando de una media de 0,306 euros a superar 1,1 euro.
Según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “a pesar de los acontecimientos que vivimos desde hace más de dos años, el esfuerzo del sector y su extraordinaria profesionalidad ha permitido mantener el nivel de actividad y el liderazgo europeo. Las capturas han descendido levemente, pero hemos crecido en valor y las importaciones/exportaciones se recuperaron en 2021, tras caer en 2019 y 2020. También nos llena de satisfacción –añade Garat–, el incremento del consumo de productos de la pesca por parte de los hogares españoles. No cabe duda de que, a diferencia de algunos políticos, los ciudadanos saben apreciar nuestro esfuerzo y las cualidades y efectos del pescado en la salud”.
Las grandes cifras del sector pesquero
Las capturas de pescado y marisco de nuestra flota ascendieron a 787.258toneladas en 2020, decreciendo un 11,4% respecto a las 877.211 toneladas capturadas en 2019. Con estas cifras, España revalida un año más su liderazgo en la Unión Europea. A este respecto, en 2019 (últimas cifras disponibles deEuropa), España suponía el 28% del valor total de la pesca y el 16,3% de las capturas.
Respecto a los puestos de trabajo que genera el sector, en 2020 fueron31.093 empleos directos, con un descenso del 2,6% respecto a los 31.935 de 2019;y 150.000 indirectos. Estas cifras reflejan el proceso de ajuste del número de buques de la flota pesquera española, que en 2020 estaba compuesta por 8.839barcos frente a los 8.884 de 2019. Este ajuste también se refleja en la cifra de 2021, ya disponible, y que apunta a un total de 8.732 barcos de pesca, ocupando la tercera posición del ranking europeo, tras Grecia (14.550) e Italia(12.179).
La mayor parte de la flota opera en el caladero nacional, con el 95,34%del total de buques en cuatro zonas de pesca: Cantábrico y Noroeste,Mediterráneo, Golfo de Cádiz y Canarias. En aguas comunitarias pesca el 1,18%,el 1,27% en caladeros internacionales y el 2,22% restante pertenece al censo unificado de palangre de superficie, que faena tanto en aguas españolas como en las de la UE, en las de terceros países y en alta mar.
En relación con las importaciones y exportaciones, ambas cayeron en2020, pero se recuperaron en 2021, incluso superando los datos de 2018 y 2019. Las importaciones en 2021 fueron de 1.786,4 toneladas con un valor de 7.483millones de euros, con un crecimiento del 5,8% y del 14,7%, respectivamente. Las exportaciones en 2021 fueron de 1.168 toneladas con un valor de 4.701 millones, lo que supone un crecimiento del 6,6% y del 17,1%, respectivamente. Con estas cifras, el saldo de la balanza comercial del sector pesquero fue deficitario en este periodo en 2.781 millones.
En cuanto al consumo de productos de la pesca en hogares, 2020 registró un aumento considerable, debido al confinamiento de los ciudadanos y al cierre del canal Horeca durante varios meses como consecuencia de la pandemia de la Covid-19. Así, en 2020 el consumo doméstico de pescado creció un 9% hasta 24,83 kilos anuales por persona, frente a 22,5 kilos de 2019. De hecho, ese año España se convirtió en el primer país de la UE en gasto en pescados y mariscos por parte de los hogares. Aun así, esta cifra no revierte la tendencia decreciente continua que se viene experimentando en el país desde 2014. Igualmente, el consumo también creció un 12% en valor, situándose en 2020 en 221,48 euros per cápita al año frente a195,06 euros per cápita al año en 2019.
Con esta cifra, el sector, declarado esencial y estratégico por el Gobierno como parte de la cadena alimentaria, ha sabido mantener sus índices de actividad tras solventar los problemas causados por la crisis sanitaria, tales como garantizar la salud de los tripulantes, asegurar los relevos en terceros países o el cierre de determinados canales de comercialización y algunos mercados internacionales.
Sin embargo, y sin haberse normalizado aún las consecuencias de esta crisis, el sector enfrenta ahora dos nuevas. Por un lado, la creada por el conflicto bélico en Ucrania, que ha afectado de manera violenta a la estructura de costes de producción de las empresas, especialmente por el alza del precio del combustible, y una segunda por las restricciones a la actividad que provocan las políticas medioambientales dela UE.
Cabe recordar que el alza del gasóleo pesquero, que habitualmente supone entre el 30 y el 40% de los costes de explotación de los buques, afecta gravemente a las empresas del sector, pues ya supera el 60% de estos. Al aumento del coste del gasoil en 2021 (44,44%) se sumó el brusco incremento por el conflicto en Ucrania. En concreto, desde el último trimestre de 2020 hasta julio de 2022, el precio del litro de gasoil se ha más que triplicado, pasando de una media de 0,306 euros a superar 1,1 euro.
Según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “a pesar de los acontecimientos que vivimos desde hace más de dos años, el esfuerzo del sector y su extraordinaria profesionalidad ha permitido mantener el nivel de actividad y el liderazgo europeo. Las capturas han descendido levemente, pero hemos crecido en valor y las importaciones/exportaciones se recuperaron en 2021, tras caer en 2019 y 2020. También nos llena de satisfacción –añade Garat–, el incremento del consumo de productos de la pesca por parte de los hogares españoles. No cabe duda de que, a diferencia de algunos políticos, los ciudadanos saben apreciar nuestro esfuerzo y las cualidades y efectos del pescado en la salud”.
Las grandes cifras del sector pesquero
Las capturas de pescado y marisco de nuestra flota ascendieron a 787.258toneladas en 2020, decreciendo un 11,4% respecto a las 877.211 toneladas capturadas en 2019. Con estas cifras, España revalida un año más su liderazgo en la Unión Europea. A este respecto, en 2019 (últimas cifras disponibles deEuropa), España suponía el 28% del valor total de la pesca y el 16,3% de las capturas.
Respecto a los puestos de trabajo que genera el sector, en 2020 fueron31.093 empleos directos, con un descenso del 2,6% respecto a los 31.935 de 2019;y 150.000 indirectos. Estas cifras reflejan el proceso de ajuste del número de buques de la flota pesquera española, que en 2020 estaba compuesta por 8.839barcos frente a los 8.884 de 2019. Este ajuste también se refleja en la cifra de 2021, ya disponible, y que apunta a un total de 8.732 barcos de pesca, ocupando la tercera posición del ranking europeo, tras Grecia (14.550) e Italia(12.179).
La mayor parte de la flota opera en el caladero nacional, con el 95,34%del total de buques en cuatro zonas de pesca: Cantábrico y Noroeste,Mediterráneo, Golfo de Cádiz y Canarias. En aguas comunitarias pesca el 1,18%,el 1,27% en caladeros internacionales y el 2,22% restante pertenece al censo unificado de palangre de superficie, que faena tanto en aguas españolas como en las de la UE, en las de terceros países y en alta mar.
En relación con las importaciones y exportaciones, ambas cayeron en2020, pero se recuperaron en 2021, incluso superando los datos de 2018 y 2019. Las importaciones en 2021 fueron de 1.786,4 toneladas con un valor de 7.483millones de euros, con un crecimiento del 5,8% y del 14,7%, respectivamente. Las exportaciones en 2021 fueron de 1.168 toneladas con un valor de 4.701 millones, lo que supone un crecimiento del 6,6% y del 17,1%, respectivamente. Con estas cifras, el saldo de la balanza comercial del sector pesquero fue deficitario en este periodo en 2.781 millones.
En cuanto al consumo de productos de la pesca en hogares, 2020 registró un aumento considerable, debido al confinamiento de los ciudadanos y al cierre del canal Horeca durante varios meses como consecuencia de la pandemia de la Covid-19. Así, en 2020 el consumo doméstico de pescado creció un 9% hasta 24,83 kilos anuales por persona, frente a 22,5 kilos de 2019. De hecho, ese año España se convirtió en el primer país de la UE en gasto en pescados y mariscos por parte de los hogares. Aun así, esta cifra no revierte la tendencia decreciente continua que se viene experimentando en el país desde 2014. Igualmente, el consumo también creció un 12% en valor, situándose en 2020 en 221,48 euros per cápita al año frente a195,06 euros per cápita al año en 2019.