La preocupación del sector va más allá. Denuncian que algunos vendedores o supermercados hacen trampas en los etiquetados del ajo al cambiar el origen real poniendo que proceden, por ejemplo, de Italia o España, cuando en realidad son de China. Es por ello que el sector está trabajando con distintos laboratorios de España y Francia para poder identificar la procedencia de los ajos e intentar destapar este fraude.
La preocupación del sector va más allá. Denuncian que algunos vendedores o supermercados hacen trampas en los etiquetados del ajo al cambiar el origen real poniendo que proceden, por ejemplo, de Italia o España, cuando en realidad son de China. Es por ello que el sector está trabajando con distintos laboratorios de España y Francia para poder identificar la procedencia de los ajos e intentar destapar este fraude.