En concreto, la Consejería de Agricultura abre la ventanilla en septiembre para las solicitudes de las ayudas minimis, dotadas con 10 millones de euros, para apoyar a los sectores más afectados por la sequía que ha dejado fuera el Gobierno de España en su Decreto de Sequía, como son el porcino ibérico, la apicultura, el castaño y el viñedo de vinificación. Se suma el inicio del pago de las ayudas para la construcción de abrevaderos a 1.200 ganaderos con 8,6 millones de euros, el lanzamiento de una nueva convocatoria de ayudas para el acopio de agua para el campo, dotada con un importe de 5 millones de euros, así como la convocatoria de ayudas para la modernización y eficiencia energética de regadíos (11 millones de euros) y el pago de las ayudas al sector apícola (1,5 millones de euros).
Por otra parte, la consejera ha reclamado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones que “se aproveche el Consejo de ministros informal de la Unión Europea para propiciar que desde las instituciones comunitarias consideren la sequía y la política en materia hídrica como un tema estructural con un peso importante en sus políticas”. Crespo ha explicado, además, que “la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea es también un momento idóneo para llevar a cabo una ampliación de la Medida 22 para los agricultores afectados por los efectos de la guerra en Ucrania, así como para tratar de implantar cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países”. La consejera ha instado al Gobierno de España en funciones a “no perder la oportunidad de poner en la agenda política europea asuntos fundamentales para nuestros agricultores y ganaderos como son la sequía o los elevados costes de producción”.
La consejera Carmen Crespo ha subrayado la importancia de que la Unión Europea (UE) “sea más sensible con un sector agroalimentario como el andaluz, que alimenta con productos de la máxima calidad y ofrece salud a 500 millones de europeos”, siendo “crucial”, a su juicio, “una apuesta decidida por la soberanía alimentaria”.
En concreto, la Consejería de Agricultura abre la ventanilla en septiembre para las solicitudes de las ayudas minimis, dotadas con 10 millones de euros, para apoyar a los sectores más afectados por la sequía que ha dejado fuera el Gobierno de España en su Decreto de Sequía, como son el porcino ibérico, la apicultura, el castaño y el viñedo de vinificación. Se suma el inicio del pago de las ayudas para la construcción de abrevaderos a 1.200 ganaderos con 8,6 millones de euros, el lanzamiento de una nueva convocatoria de ayudas para el acopio de agua para el campo, dotada con un importe de 5 millones de euros, así como la convocatoria de ayudas para la modernización y eficiencia energética de regadíos (11 millones de euros) y el pago de las ayudas al sector apícola (1,5 millones de euros).
Por otra parte, la consejera ha reclamado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones que “se aproveche el Consejo de ministros informal de la Unión Europea para propiciar que desde las instituciones comunitarias consideren la sequía y la política en materia hídrica como un tema estructural con un peso importante en sus políticas”. Crespo ha explicado, además, que “la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea es también un momento idóneo para llevar a cabo una ampliación de la Medida 22 para los agricultores afectados por los efectos de la guerra en Ucrania, así como para tratar de implantar cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países”. La consejera ha instado al Gobierno de España en funciones a “no perder la oportunidad de poner en la agenda política europea asuntos fundamentales para nuestros agricultores y ganaderos como son la sequía o los elevados costes de producción”.
La consejera Carmen Crespo ha subrayado la importancia de que la Unión Europea (UE) “sea más sensible con un sector agroalimentario como el andaluz, que alimenta con productos de la máxima calidad y ofrece salud a 500 millones de europeos”, siendo “crucial”, a su juicio, “una apuesta decidida por la soberanía alimentaria”.