Desde 2020, la agricultura intensiva almeriense afronta un gran desafío para los cultivos de pimiento con la llegada del Thrips parvispinus directamente del sudeste asiático.

Aunque los daños de esta plaga son fundamentalmente estéticos, afectando a su apariencia y reduciendo de esta manera su valor comercial, no comprometen la calidad ni la seguridad alimentaria del producto. Por el contrario, las consecuencias económicas son muy significativas pues los consumidores rechazan el producto con imperfecciones. Así, desde el inicio de la presente campaña de pimiento la plaga de paravispinus está registrando una alta incidencia con una afectación aproximada del 30% de la superficie de cultivo de pimiento de la provincia. Los agricultores se ven obligados a reajustar sus prácticas de cultivo, como adelantar los arranques para dar paso a trasplantes de otros productos. Estos cambios pueden generar desequilibrios en el mercado de las hortalizas en la campaña de primavera.

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