El Índice de Precios de Consumo subió un leve 0,1% en marzo, pero la tasa interanual bajó siete décimas, hasta el 2,3%. Según el Instituto Nacional de Estadística, el frenazo vino impulsado por la caída del precio de la electricidad, que hundió el grupo de vivienda al 5,7%, y por el abaratamiento del transporte y el ocio.

La inflación subyacente también cede dos décimas y se sitúa en el 2%. Las Baleares lideran la inflación autonómica con un 2,9%, mientras Murcia y Canarias se quedan en un 1,6%.

En paralelo, se encarecen los hoteles y el textil, empujados por la Semana Santa y la temporada de primavera-verano.

Una calma relativa en los precios que alivia, pero no disimula la presión sobre los hogares.

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