La marca blanca gana fuerza, con un aumento del 4,1% en cuota de valor, y el canal online sigue creciendo, con 1,6 puntos más de penetración. El año no fue fácil para los supermercados, que siguen sufriendo la presión de unos márgenes estrechos y un consumidor cada vez más selectivo: un 25% opta por productos premium, mientras otro 25% se refugia en lo más barato.
El futuro inmediato apunta a crecimiento contenido, más incertidumbre y nuevos aranceles en el horizonte, pero también a oportunidades para quienes sepan adaptarse. El comercio alimentario cambia de fase: más digital, más polarizado… y más incierto.
La marca blanca gana fuerza, con un aumento del 4,1% en cuota de valor, y el canal online sigue creciendo, con 1,6 puntos más de penetración. El año no fue fácil para los supermercados, que siguen sufriendo la presión de unos márgenes estrechos y un consumidor cada vez más selectivo: un 25% opta por productos premium, mientras otro 25% se refugia en lo más barato.
El futuro inmediato apunta a crecimiento contenido, más incertidumbre y nuevos aranceles en el horizonte, pero también a oportunidades para quienes sepan adaptarse. El comercio alimentario cambia de fase: más digital, más polarizado… y más incierto.