Mientras tanto, el Gobierno de España descarta que se vaya a producir un problema grave de desabastecimiento en la economía española que afecte a los consumidores.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, considera que lo que se está produciendo en el comercio mundial tras la pandemia es normal debido a que se ha disparado la demanda y la oferta aún no ha recuperado los niveles de actividad. Una circunstancia que, para Garzón, ha provocado un desajuste entre la oferta y la demanda y una elevación de precios.