El estrés por calor es su talón de Aquiles. Las principales áreas de producción porcina en España sufren los rigores del clima mediterráneo en verano, con unas temperaturas que oscilan entre los 31ºC y los 36ºC de media. Un estudio del CSIC, publicado en la revista Journal of Thermal Biology, trabajó con los animales de forma aleatoria en dos ambientes, confort y estrés, y con tres dietas diferentes: control, suplementadas con betaína y suplementada con zinc. La zona de confort de los cerdos oscila entre los 18 y 25ºC, así que las temperaturas superiores a los 25ºC activan respuestas termorreguladoras.
En los países con climas cálidos, los programas para prevenir el estrés por calor podrían ser una herramienta útil para disminuir los problemas de crecimiento de los cerdos ante la mayor frecuencia de olas de calor debidas al cambio climático.
El estrés por calor es su talón de Aquiles. Las principales áreas de producción porcina en España sufren los rigores del clima mediterráneo en verano, con unas temperaturas que oscilan entre los 31ºC y los 36ºC de media. Un estudio del CSIC, publicado en la revista Journal of Thermal Biology, trabajó con los animales de forma aleatoria en dos ambientes, confort y estrés, y con tres dietas diferentes: control, suplementadas con betaína y suplementada con zinc. La zona de confort de los cerdos oscila entre los 18 y 25ºC, así que las temperaturas superiores a los 25ºC activan respuestas termorreguladoras.
En los países con climas cálidos, los programas para prevenir el estrés por calor podrían ser una herramienta útil para disminuir los problemas de crecimiento de los cerdos ante la mayor frecuencia de olas de calor debidas al cambio climático.