Las más de 200.000 toneladas importadas anualmente suponen la emisión de 10 millones de kilos de CO2 según el estudio presentado por la Asociación de Empresas de la Fruta de Cataluña, AFRUCAT. Del mismo estudio, se desprende que la producción y consumo de manzanas españolas emite casi la misma cifra de gases de efecto invernadero que los que captan los mismos árboles, así la huella de carbono es casi nula.
La mejor manera de disminuir el impacto ambiental que produce la importación de manzana es consumir productos locales, contribuyendo, además, a mejorar la situación social y económica de los pueblos del entorno de producción, al generar más empleo de calidad.
Las más de 200.000 toneladas importadas anualmente suponen la emisión de 10 millones de kilos de CO2 según el estudio presentado por la Asociación de Empresas de la Fruta de Cataluña, AFRUCAT. Del mismo estudio, se desprende que la producción y consumo de manzanas españolas emite casi la misma cifra de gases de efecto invernadero que los que captan los mismos árboles, así la huella de carbono es casi nula.
La mejor manera de disminuir el impacto ambiental que produce la importación de manzana es consumir productos locales, contribuyendo, además, a mejorar la situación social y económica de los pueblos del entorno de producción, al generar más empleo de calidad.