El debate sobre ‘la reforma de la ley de la cadena alimentaria’ recientemente celebrado en Almería, ha puesto encima de la mesa las dudas y preocupaciones de los empresarios andaluces y la intranquilidad ante el hecho de que las nuevas medidas podrían perjudicar a la pequeña explotación agraria respecto a las grande. Una situacuón que a medio plazo podría provocar pérdidas competitivas que afectarían a todo el sector.
La adaptación de la ley europea a la casuística nacional del sector agroalimentario ha generado intranquilidad y preocupación en el campo andaluz al considerar que la pequeña explotación agraria puede sufrir graves desventajas respecto a las grandes.
Con el fin de entrar en detalle y conocer la repercusión de las medidas europeas en el campo andaluz, la asociación de empresarios del sur de España, Cesur y Cajamar han organizado en Almería un debate sobre ‘La reforma de la ley de la cadena alimentaria’ que ha contado con la presencia de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, Carmen Crespo.
Jesús Barranco, CEO de La Unión, empresa de referencia en la comercialización de frutas y hortalizas en Europa, participó en la mesa redonda y señaló que la aplicación literal de la ley supondría “una amenaza a la competitividad de un sector que lucha por mantener unos márgenes mínimos en un entorno de escalada de costes de producción”.
Para Barranco, esa situación favorece “la entrada de producto de terceros países que no sólo no se ajustan a la normativa española, sino que además cuentan con costes de producción mucho menores que en España, con el riesgo de no alcanzar los estándares de calidad y seguridad alimentaria exigidos en Europa”.
Igualmente, Barranco indicó que las limitaciones de la venta respecto al precio que marca la ley “imposibilita la comercialización del producto y deja en desventaja a pequeños productores como los que conforman nuestro modelo agrícola en Almería”.
La aplicación de la nueva ley de la cadena alimentaria ha generado dudas al considerar que la pequeña explotación agraria puede sufrir desventajas graves respecto a las grandes, provocando pérdidas competitivas que podrían acabar afectando a todo el sector.
La mesa redonda estuvo integrada por Jesús Barranco, CEO de La Unión, Enrique de los Ríos, CEO de Única, Cristina del Toro, directora general de Industria, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Junta de Andalucia, y José Miguel Soriano, Socio de Andersen.
El debate sobre ‘la reforma de la ley de la cadena alimentaria’ recientemente celebrado en Almería, ha puesto encima de la mesa las dudas y preocupaciones de los empresarios andaluces y la intranquilidad ante el hecho de que las nuevas medidas podrían perjudicar a la pequeña explotación agraria respecto a las grande. Una situacuón que a medio plazo podría provocar pérdidas competitivas que afectarían a todo el sector.
La adaptación de la ley europea a la casuística nacional del sector agroalimentario ha generado intranquilidad y preocupación en el campo andaluz al considerar que la pequeña explotación agraria puede sufrir graves desventajas respecto a las grandes.
Con el fin de entrar en detalle y conocer la repercusión de las medidas europeas en el campo andaluz, la asociación de empresarios del sur de España, Cesur y Cajamar han organizado en Almería un debate sobre ‘La reforma de la ley de la cadena alimentaria’ que ha contado con la presencia de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, Carmen Crespo.
Jesús Barranco, CEO de La Unión, empresa de referencia en la comercialización de frutas y hortalizas en Europa, participó en la mesa redonda y señaló que la aplicación literal de la ley supondría “una amenaza a la competitividad de un sector que lucha por mantener unos márgenes mínimos en un entorno de escalada de costes de producción”.
Para Barranco, esa situación favorece “la entrada de producto de terceros países que no sólo no se ajustan a la normativa española, sino que además cuentan con costes de producción mucho menores que en España, con el riesgo de no alcanzar los estándares de calidad y seguridad alimentaria exigidos en Europa”.
Igualmente, Barranco indicó que las limitaciones de la venta respecto al precio que marca la ley “imposibilita la comercialización del producto y deja en desventaja a pequeños productores como los que conforman nuestro modelo agrícola en Almería”.
La aplicación de la nueva ley de la cadena alimentaria ha generado dudas al considerar que la pequeña explotación agraria puede sufrir desventajas graves respecto a las grandes, provocando pérdidas competitivas que podrían acabar afectando a todo el sector.
La mesa redonda estuvo integrada por Jesús Barranco, CEO de La Unión, Enrique de los Ríos, CEO de Única, Cristina del Toro, directora general de Industria, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Junta de Andalucia, y José Miguel Soriano, Socio de Andersen.