La organización por la conciencia alimentaria ProVeg International ve con optimismo la nueva guía publicada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), adscrita al Ministerio de Consumo, con recomendaciones dietéticas sostenibles con el medioambiente y con la salud de las personas, del planeta y de las generaciones futuras. Ya que es la primera vez que se revisan estas recomendaciones dietéticas teniendo en cuenta el impacto ambiental de los alimentos.

“Desde ProVeg aplaudimos esta tan necesaria actualización de las recomendaciones oficiales en materia de alimentación. Esta nueva guía confirma no solo la necesidad de reducir la ingesta de productos animales por la salud de los propios ciudadanos y ciudadanas, sino también por actuar en consonancia con las recomendaciones que expertos en la materia y organismos internacionales como el IPCC” vienen dándonos hace tiempo para hacer frente a la crisis climática”, declara Verónica Larco, responsable de comunicación de ProVeg España.

Así, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, insiste en disminuir la ingesta de carne y lácteos y aumentar la de verduras, frutas y legumbres ya que argumenta que son mejores para la salud y tienen un menor impacto medioambiental.

Según ha declarado Garzón, este informe no es solo "una herramienta útil para profesionales y familias en la consecución de unos mejores hábitos de vida", sino que permitirá "una transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles" y ayudará a "disminuir el riesgo de enfermedades crónicas".

“La representante de ProVeg añade que “esta actualización de las cantidades de consumo de cada grupo de alimentos es realmente positiva, ya que sabemos que la ciudadanía consume en exceso productos como la carne y, en cambio, hay un gran déficit en el consumo de legumbres, frutas y verduras. Además, nos alegra mucho constatar que la carne, los huevos y los lácteos ya se muestran como grupos de alimentos opcionales (raciones recomendadas de 0 a 3-4 por semana), siguiendo así la línea de otras guías nutricionales como la de Canadá y el consenso científico que avala que una alimentación basada en plantas es posible en cualquier etapa de la vida.Todo ello, además, con innumerables beneficios para el planeta y alineándose con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de DesarrolloSostenible (ODS).”

‍