Esto supone un significativo descenso de producción respecto al año pasado, cuando se alcanzaron los 21,3 millones de toneladas, según datos oficiales del ministerio de Agricultura. En suma, un recorte productivo que ronda el 25 por ciento. Los bajos rendimientos se deben, principalmente, a que hemos tenido la primavera más seca de los últimos 15 años, como confirma AEMET, y esto ha hecho que el granado de los diferentes cultivos en su fase final no haya llegado a término, algo que ha ocurrido en buena parte de las zonas productoras de cereales.
Por otra parte, la elevada actividad tormentosa de las últimas semanas, en buena parte acompañada de pedrisco, han siniestrado más de 230.000 hectáreas, de las que 80.000 han sido en los 10 primeros días de junio. A falta de tener datos sobre la afectación de las tormentas de la semana pasada, los daños se estiman muy elevados por la intensidad de las mismas y por encontrarse las cosechas en la última parte del ciclo vegetativo.
Esto supone un significativo descenso de producción respecto al año pasado, cuando se alcanzaron los 21,3 millones de toneladas, según datos oficiales del ministerio de Agricultura. En suma, un recorte productivo que ronda el 25 por ciento. Los bajos rendimientos se deben, principalmente, a que hemos tenido la primavera más seca de los últimos 15 años, como confirma AEMET, y esto ha hecho que el granado de los diferentes cultivos en su fase final no haya llegado a término, algo que ha ocurrido en buena parte de las zonas productoras de cereales.
Por otra parte, la elevada actividad tormentosa de las últimas semanas, en buena parte acompañada de pedrisco, han siniestrado más de 230.000 hectáreas, de las que 80.000 han sido en los 10 primeros días de junio. A falta de tener datos sobre la afectación de las tormentas de la semana pasada, los daños se estiman muy elevados por la intensidad de las mismas y por encontrarse las cosechas en la última parte del ciclo vegetativo.