El sector apícola andaluz está compuesto por 4.204 explotaciones, que representan alrededor del 15% estatal, con un total de 616.376 colmenas que producen más de 8,5 millones de kilogramos de miel y más de 300.000 kilos de cera de abeja, generando una producción cercana a los 33 millones de euros anuales. El sector exporta por valor de 3,3 millones de euros con mercados de destino tan diversos como Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Portugal, Marruecos, Suecia o Arabia Saudí.
Las ayudas destinadas directamente a los apicultores tienen como objetivo la lucha contra las agresiones y enfermedades de la colmena, así como la racionalización de la trashumancia. En el caso de las que perciben las entidades, tienen como finalidad la asistencia técnica a apicultores y organizaciones de apicultores, medidas de apoyo a los laboratorios de análisis de los productos apícolas para ayudar a apicultores a comercializar y a valorizar sus productos, así como para la mejora de la calidad de estos, con el objeto de explotar su potencial en los mercados.
El sector apícola andaluz está viviendo un momento coyuntural muy complicado, debido a la situación económica que atraviesa y, muy especialmente, por el severo impacto de la sequía. Cabe destacar la importancia de la apicultura, una actividad esencial para la conservación de la naturaleza, ya que contribuye a proteger la biodiversidad, a potenciar los servicios ecosistémicos y conservar los hábitats y paisajes.
El sector apícola andaluz está compuesto por 4.204 explotaciones, que representan alrededor del 15% estatal, con un total de 616.376 colmenas que producen más de 8,5 millones de kilogramos de miel y más de 300.000 kilos de cera de abeja, generando una producción cercana a los 33 millones de euros anuales. El sector exporta por valor de 3,3 millones de euros con mercados de destino tan diversos como Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Portugal, Marruecos, Suecia o Arabia Saudí.
Las ayudas destinadas directamente a los apicultores tienen como objetivo la lucha contra las agresiones y enfermedades de la colmena, así como la racionalización de la trashumancia. En el caso de las que perciben las entidades, tienen como finalidad la asistencia técnica a apicultores y organizaciones de apicultores, medidas de apoyo a los laboratorios de análisis de los productos apícolas para ayudar a apicultores a comercializar y a valorizar sus productos, así como para la mejora de la calidad de estos, con el objeto de explotar su potencial en los mercados.
El sector apícola andaluz está viviendo un momento coyuntural muy complicado, debido a la situación económica que atraviesa y, muy especialmente, por el severo impacto de la sequía. Cabe destacar la importancia de la apicultura, una actividad esencial para la conservación de la naturaleza, ya que contribuye a proteger la biodiversidad, a potenciar los servicios ecosistémicos y conservar los hábitats y paisajes.