La solución la tienen clara, que el Gobierno habilite de forma urgente una ayuda directa a los apicultores profesionales con el fin de paliar las pérdidas, también incorporar a los apicultores profesionales entre los beneficiarios de los 20 céntimos por litro de combustible de ayuda al transporte. La cosecha de miel este último año se ha reducido un 50% como consecuencia, entre otros factores, de la sequía y la intensificación de las infestaciones por Varroa. Además, el debilitamiento de las colmenas que viene arrastrándose los últimos años provoca que el esfuerzo del trabajo se centre en la recuperación y no en producir miel. A pesar de esta falta de producción en España, el mercado está absolutamente paralizado, las envasadoras y la distribución han sustituido la miel española por la de otras procedencias, especialmente de China, aunque también de Uruguay, Turquía o Ucrania. Mientras un porcentaje muy importante de nuestra miel se encuentra aún por vender.
La solución la tienen clara, que el Gobierno habilite de forma urgente una ayuda directa a los apicultores profesionales con el fin de paliar las pérdidas, también incorporar a los apicultores profesionales entre los beneficiarios de los 20 céntimos por litro de combustible de ayuda al transporte. La cosecha de miel este último año se ha reducido un 50% como consecuencia, entre otros factores, de la sequía y la intensificación de las infestaciones por Varroa. Además, el debilitamiento de las colmenas que viene arrastrándose los últimos años provoca que el esfuerzo del trabajo se centre en la recuperación y no en producir miel. A pesar de esta falta de producción en España, el mercado está absolutamente paralizado, las envasadoras y la distribución han sustituido la miel española por la de otras procedencias, especialmente de China, aunque también de Uruguay, Turquía o Ucrania. Mientras un porcentaje muy importante de nuestra miel se encuentra aún por vender.