El uso de estos residuos permite a la industria frutícola reducir el severo impacto ambiental que podrían producir. Las mandarinas y naranjas, ricas en flavonoides, hesperetina y su derivado disacárido y otros componentes tienen un potencial extremo para la reducción del riesgo de diabetes o para el alivio de sus síntomas, como la hiperglucemia. Desde el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid se trabaja, partiendo de la composición química, en la bioaccesibilidad in vitro de compuestos bioactivos procedentes de la pulpa de los cítricos.
El uso de estos residuos permite a la industria frutícola reducir el severo impacto ambiental que podrían producir. Las mandarinas y naranjas, ricas en flavonoides, hesperetina y su derivado disacárido y otros componentes tienen un potencial extremo para la reducción del riesgo de diabetes o para el alivio de sus síntomas, como la hiperglucemia. Desde el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid se trabaja, partiendo de la composición química, en la bioaccesibilidad in vitro de compuestos bioactivos procedentes de la pulpa de los cítricos.