La obesidad y el sobrepeso son un problema de salud pública, que, según un informe de la OMS de 2022, afecta ya al 60% de los ciudadanos europeos . Según las últimas recomendaciones de la IFSO, la cirugía bariátrica y metabólica es el tratamiento recomendado para pacientes con un IMC superior a 35 kg/m2 (con o sin patología asociada), consiguiendo buenos resultados en cuanto a la pérdida de peso a medio-largo plazo, así como para mejorar un porcentaje importante de comorbilidades asociadas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia, o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), entre otros.
La ERGE se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el esófago, pudiendo irritar su revestimiento. Muchas personas sufren este malestar de vez en cuando, pero la incidencia es mayor en pacientes con obesidad, presentando síntomas más severos. A lo largo de los años, "los pacientes con ERGE que no responden al tratamiento médico han sido intervenidos mediante la fundoplicatura de Nissen, un procedimiento quirúrgico de referencia en estos casos, generalmente usado para resolver patologías relacionadas con el esfínter esofágico inferior, con el que se crea una serie de pliegues en el fondo del estómago", explica el Dr. Ferrer, especialista en Cirugía General y Digestiva.
El caso presentado por HLA Mediterráneo en la revista científica Obesity Surgery ha sido el de una paciente que hace ocho años fue diagnosticada de reflujo ácido-patológico severo e intervenida mediante fundoplicatura de Nissen laparoscópica, con un postoperatorio sin incidencias y la mejora de su sintomatología en los siguientes meses. Recientemente, la mujer de 56 años presentó un empeoramiento de los síntomas y el aumento de peso (IMC: 38 kg/m2). "Realizamos pruebas complementarias y constatamos la migración intratorácica del Nissen, una complicación a largo plazo que puede surgir tras la primera intervención. Para resolverla, era necesario realizar una nueva cirugía y valoramos oportuna la cirugía bariátrica de revisión y conversión a bypass gástrico de una anastomosis (OAGB)", detalla el experto en cirugía laparoscópica del Hospital HLA Mediterráneo.
Realizar esta técnica, tras una fundoplicatura de Nissen previa, así como una migración de la de Nissen, es un procedimiento algo más complejo que la cirugía primaria. "Muchas veces, hay adherencias previas que dificultan la movilidad y la separación de los pliegues en el fondo del estómago, pero puede realizarse de forma segura con una técnica cuidadosa y con un buen control de los síntomas. En el caso publicado, al entrar a la cavidad, detectamos que la fundoplicatura estaba desplazada hacia el tórax y tuvimos que reducirla cuidadosamente hasta su total liberación a nivel abdominal. Retiramos el Nissen anterior y cerramos los pilares diafragmáticos mediante una sutura continua para evitar una nueva hernia. Posteriormente completamos la cirugía del bypass de una anastomosis sin complicaciones."
La paciente fue dada de alta tras 48hs de hospitalización, sin incidencias. "Ya han pasado 6 meses desde la cirugía, y la paciente se encuentra clínicamente asintomática, sin presencia de reflujo ni pirosis", concluye el Dr. Ferrer.
La obesidad y el sobrepeso son un problema de salud pública, que, según un informe de la OMS de 2022, afecta ya al 60% de los ciudadanos europeos . Según las últimas recomendaciones de la IFSO, la cirugía bariátrica y metabólica es el tratamiento recomendado para pacientes con un IMC superior a 35 kg/m2 (con o sin patología asociada), consiguiendo buenos resultados en cuanto a la pérdida de peso a medio-largo plazo, así como para mejorar un porcentaje importante de comorbilidades asociadas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia, o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), entre otros.
La ERGE se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el esófago, pudiendo irritar su revestimiento. Muchas personas sufren este malestar de vez en cuando, pero la incidencia es mayor en pacientes con obesidad, presentando síntomas más severos. A lo largo de los años, "los pacientes con ERGE que no responden al tratamiento médico han sido intervenidos mediante la fundoplicatura de Nissen, un procedimiento quirúrgico de referencia en estos casos, generalmente usado para resolver patologías relacionadas con el esfínter esofágico inferior, con el que se crea una serie de pliegues en el fondo del estómago", explica el Dr. Ferrer, especialista en Cirugía General y Digestiva.
El caso presentado por HLA Mediterráneo en la revista científica Obesity Surgery ha sido el de una paciente que hace ocho años fue diagnosticada de reflujo ácido-patológico severo e intervenida mediante fundoplicatura de Nissen laparoscópica, con un postoperatorio sin incidencias y la mejora de su sintomatología en los siguientes meses. Recientemente, la mujer de 56 años presentó un empeoramiento de los síntomas y el aumento de peso (IMC: 38 kg/m2). "Realizamos pruebas complementarias y constatamos la migración intratorácica del Nissen, una complicación a largo plazo que puede surgir tras la primera intervención. Para resolverla, era necesario realizar una nueva cirugía y valoramos oportuna la cirugía bariátrica de revisión y conversión a bypass gástrico de una anastomosis (OAGB)", detalla el experto en cirugía laparoscópica del Hospital HLA Mediterráneo.
Realizar esta técnica, tras una fundoplicatura de Nissen previa, así como una migración de la de Nissen, es un procedimiento algo más complejo que la cirugía primaria. "Muchas veces, hay adherencias previas que dificultan la movilidad y la separación de los pliegues en el fondo del estómago, pero puede realizarse de forma segura con una técnica cuidadosa y con un buen control de los síntomas. En el caso publicado, al entrar a la cavidad, detectamos que la fundoplicatura estaba desplazada hacia el tórax y tuvimos que reducirla cuidadosamente hasta su total liberación a nivel abdominal. Retiramos el Nissen anterior y cerramos los pilares diafragmáticos mediante una sutura continua para evitar una nueva hernia. Posteriormente completamos la cirugía del bypass de una anastomosis sin complicaciones."
La paciente fue dada de alta tras 48hs de hospitalización, sin incidencias. "Ya han pasado 6 meses desde la cirugía, y la paciente se encuentra clínicamente asintomática, sin presencia de reflujo ni pirosis", concluye el Dr. Ferrer.