La compañía se ha enfrentado en estos doce meses, especialmente desde el mes de abril, a un contexto económico y social complejo, en el que ha tenido que gestionar las distintas medidas de las diferentes administraciones en relación con la pandemia, como las restricciones de movilidad y confinamientos; así como un elevado incremento de los costes derivado del disparado crecimiento de las materias primas, el transporte o los precios industriales.
Frente a esta coyuntura inflacionista y para minimizar su impacto en los precios de venta, Mercadona decidió no trasladar a sus clientes la totalidad de esas importantes subidas, lo que ha generado un impacto negativo de 100 millones de euros en sus márgenes operativos que se ha traducido en una reducción del 6% en su beneficio neto, que en 2021 ha sido de 680 millones de euros.
La compañía se ha enfrentado en estos doce meses, especialmente desde el mes de abril, a un contexto económico y social complejo, en el que ha tenido que gestionar las distintas medidas de las diferentes administraciones en relación con la pandemia, como las restricciones de movilidad y confinamientos; así como un elevado incremento de los costes derivado del disparado crecimiento de las materias primas, el transporte o los precios industriales.
Frente a esta coyuntura inflacionista y para minimizar su impacto en los precios de venta, Mercadona decidió no trasladar a sus clientes la totalidad de esas importantes subidas, lo que ha generado un impacto negativo de 100 millones de euros en sus márgenes operativos que se ha traducido en una reducción del 6% en su beneficio neto, que en 2021 ha sido de 680 millones de euros.