El campo andaluz no ha tenido un 2023 de mucha alegría. La extrema sequía que padece, la más larga desde 1961 según datos de la AEMET, sumado a los altos precios en los lineales para el consumidor, la alta inflación, los costes energéticos y los elevados tipos de interés están provocando que no sean sostenibles las explotaciones agrarias.

Desde la organización agraria UPA Andalucía se pide a las administraciones que se trabaje por la aplicación rigurosa de la Ley de la Cadena, por una Ley de la Agricultura y Ganadería Familiar, por ponerle coto a la subida de los inputs y por la defensa de los productos andaluces y españoles frente a las importaciones, cada vez más numerosas, procedentes de países terceros.