Si bien la evolución de la guerra de Ucrania es incierta, los efectos del cambio climático, calor extremo y lluvias torrenciales, harán que los costes de los productos básicos y los precios de los alimentos se mantengan al alza. De hecho, la Comisión Europea prevé que la producción de cereales en la Europa comunitaria descienda un 4,3% alcanzando los 286 millones de toneladas.

Las extremas condiciones meteorológicas últimas han afectado los rendimientos de cultivos como el maíz y la cebada, propiciando que las plagas y enfermedades impacten sobre manera en la calidad de los productos. El informe de la Comisión Europea considera que, en las campañas 2023 y 2024, el uso de cereales se mantenga estable con un descenso, tan solo, del 1,4%.