La situación de la producción comunitaria de tomate está sufriendo una creciente y fuerte competencia de Marruecos.

Además, la situación fitosanitaria del cultivo de tomate es un problema en la mayoría de los países productores europeos por la falta de herramientas disponibles para la protección contra las plagas. La competencia de Marruecos en los mercados comunitarios ha alcanzado en los últimos diez años el 51%, según datos de Eurostat, creciendo de las 325.800 toneladas de 2013 a las más de 491.900 toneladas en 2023, más del 60% de la importación europea de tomate procedente de países extra comunitarios, que alcanzó en 2023 las 802.845 toneladas.

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