Sin embargo, los precios en origen no han seguido la misma tendencia. El aceite de oliva virgen extra se cotiza en torno a los 3,49 euros por kilo, mientras que el virgen ronda los 3,13 euros y el lampante los 2,96 euros.
Esta discrepancia entre producción y precios ha generado preocupación entre los productores, quienes enfrentan márgenes de beneficio reducidos.
A pesar de la abundante cosecha, el mercado aún no ha ajustado los precios para reflejar la nueva realidad, lo que plantea desafíos para la sostenibilidad del sector.
La situación requiere atención para garantizar que el éxito en la producción se traduzca en beneficios equitativos a lo largo de toda la cadena de valor del aceite de oliva.
Sin embargo, los precios en origen no han seguido la misma tendencia. El aceite de oliva virgen extra se cotiza en torno a los 3,49 euros por kilo, mientras que el virgen ronda los 3,13 euros y el lampante los 2,96 euros.
Esta discrepancia entre producción y precios ha generado preocupación entre los productores, quienes enfrentan márgenes de beneficio reducidos.
A pesar de la abundante cosecha, el mercado aún no ha ajustado los precios para reflejar la nueva realidad, lo que plantea desafíos para la sostenibilidad del sector.
La situación requiere atención para garantizar que el éxito en la producción se traduzca en beneficios equitativos a lo largo de toda la cadena de valor del aceite de oliva.