Este hecho se ve agravado por la cada vez mayor frecuencia e intensidad de las borrascas mediterráneas, que pueden incrementar la magnitud de las pérdidas tanto de peces, como de las instalaciones. Tal y como sucedió a finales de enero de 2020 en las costas de Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. En esas fechas, la borrasca Gloria generó olas de altura récord y ocasionó enormes daños a la acuicultura en mar abierto en esas áreas, que algunas fuentes cifraron en el 90 % de la producción de peces y de las instalaciones de cultivo.
Las consecuencias económicas de estos incidentes pueden verse agravadas por una baja frecuencia en la peritación del estado de las instalaciones validados y respaldados por las agencias aseguradoras, ya que muchas veces éstas no se responsabilizan de las pérdidas acaecidas. Al tratarse de instalaciones con supervisiones y mantenimientos complejos, el deterioro de los fondeos, redes o la deformación de los propios viveros flotantes, pueden pasar desapercibidos hasta que provocan consecuencias serias.
Disponer de herramientas para la supervisión en tiempo real del estado de las infraestructuras y la prevención de riesgos de roturas, podría no solamente prevenir daños y escapes, sino también, ofrecer garantías de cara a los procesos de aseguramiento de las instalaciones.
El proyecto DIGI SAFE CAGE pretende dar un primer paso hacia la transformación digital en los procedimientos de monitorización de instalaciones acuícolas en mar abierto, mediante la investigación, desarrollo y despliegue de tecnologías digitales para la supervisión de fondeos y redes. La iniciativa esta coordinada por el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN) y cuenta con la participación de ANFACO-CECOPESCA y el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA).
Con un presupuesto superior a los 700.000 €, se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), para el desarrollo tecnológico, la innovación y el equilibrio de la cadena de comercialización en el sector pesquero y de la acuicultura.
Este hecho se ve agravado por la cada vez mayor frecuencia e intensidad de las borrascas mediterráneas, que pueden incrementar la magnitud de las pérdidas tanto de peces, como de las instalaciones. Tal y como sucedió a finales de enero de 2020 en las costas de Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. En esas fechas, la borrasca Gloria generó olas de altura récord y ocasionó enormes daños a la acuicultura en mar abierto en esas áreas, que algunas fuentes cifraron en el 90 % de la producción de peces y de las instalaciones de cultivo.
Las consecuencias económicas de estos incidentes pueden verse agravadas por una baja frecuencia en la peritación del estado de las instalaciones validados y respaldados por las agencias aseguradoras, ya que muchas veces éstas no se responsabilizan de las pérdidas acaecidas. Al tratarse de instalaciones con supervisiones y mantenimientos complejos, el deterioro de los fondeos, redes o la deformación de los propios viveros flotantes, pueden pasar desapercibidos hasta que provocan consecuencias serias.
Disponer de herramientas para la supervisión en tiempo real del estado de las infraestructuras y la prevención de riesgos de roturas, podría no solamente prevenir daños y escapes, sino también, ofrecer garantías de cara a los procesos de aseguramiento de las instalaciones.
El proyecto DIGI SAFE CAGE pretende dar un primer paso hacia la transformación digital en los procedimientos de monitorización de instalaciones acuícolas en mar abierto, mediante la investigación, desarrollo y despliegue de tecnologías digitales para la supervisión de fondeos y redes. La iniciativa esta coordinada por el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN) y cuenta con la participación de ANFACO-CECOPESCA y el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA).
Con un presupuesto superior a los 700.000 €, se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), para el desarrollo tecnológico, la innovación y el equilibrio de la cadena de comercialización en el sector pesquero y de la acuicultura.