La actividad de este nanosatélite se centrará en la monitorización de datos de interés para esta iniciativa de cooperación internacional relativos, por ejemplo, a calidad ambiental, temperatura, flujos o tipos de suelos. “De esta forma, seguiremos avanzando hacia esa Agricultura 5.0 que nos permita estar cada vez más tecnificados y aumentar, aún más si cabe, en sostenibilidad del campo y el mar”, ha apuntado.
La responsable de Agricultura ha visitado en Sevilla la sede del consorcio europeo de investigación LifeWatch ERIC, en el que se enmarca la iniciativa Smart Food liderada por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), dependiente de la Consejería de Agricultura. La Junta destina cerca de cinco millones de euros a este proyecto cuyos principales objetivos son conformar una fotografía real del campo y el mar de Andalucía y demostrar con datos objetivos el impacto y la aportación de estos ecosistemas al medio ambiente y la biodiversidad. De esta forma se pretende incidir en la toma de decisiones de Europa con el fin de adaptarlas a la realidad actual y, para recopilar los datos necesarios, el proyecto emplea tecnología punta como sensores, globos sonda y nanosatélites, y se apoya en el Big Data.
En su intervención, Carmen Crespo ha subrayado que Smart Food es “un proyecto magnífico” y ha apostado por “seguir colaborando” a nivel internacional en las iniciativas de LifeWatch ERIC al considerarlo “imprescindible para la tecnificación de nuestro sector primario”.
Por su parte, el director general tecnológico de LifeWatch ERIC, Juan Miguel González Aranda, ha destacado “la importancia del sector agrícola, pesquero y ganadero dentro de los paradigmas de desarrollo verde y azul, en coordinación con las políticas del Green Deal Europeo y Blue Growth”, y ha apuntado que LifeWatch ERIC “constituye la infraestructura principal para la gestión, tratamiento y obtención de conocimiento basado en unos datos que permiten no solo la investigación más allá de una publicación científica, sino también tomar decisiones en el ámbito político y económico, tanto público como privado, para la gestión medioambiental; y un acercamiento a la creación de empleo verde y azul, en el cual Andalucía nos ha apoyado desde el principio a través de su Gobierno”. Además, González Aranda se ha congratulado de que Andalucía lidere por elección de la Comisión Europea “el paquete de trabajo de tecnología de la información de los datos científicos para el programa global europeo de agroecología y agrobiodiversidad” y ha agradecido el “apoyo institucional, en especial, de la Consejería de Agricultura” apuntando que “la biodiversidad no puede estar de espaldas a la realidad productiva”.
Ejemplo de sostenibilidad
Por otro lado, la consejera ha destacado también la necesidad de aprovechar la presidencia de la Unión Europea por parte de España para “mostrar al mundo lo que somos”. A modo de ejemplo, ha puesto en valor que en Andalucía se obtienen alimentos con “20 veces menos huella hídrica que la media europea” y evitando el uso de calefacción, por lo que se reduce también la huella energética de la producción agrícola. “Hay que visualizar todo esto y ayudar a los agricultores y ganaderos, que están deseosos de hacer prácticas medioambientales pero necesitan tiempo y recursos económicos para ello”, ha afirmado.
Al hilo de esta apuesta de los productores andaluces por las técnicas sostenibles, Crespo ha recordado que más del 29% de la superficie agraria útil de Andalucía se corresponde con producción ecológica, por la que esta tierra “contribuye en gran medida a elevar la media española para alcanzar el 25% que establece la Unión Europea para 2030 en la Estrategia De la Granja a la Mesa”. “Andalucía ya lo cumple y, además, también apostamos por la Producción Integrada”, ha añadido la consejera, para quien queda demostrado que en esta comunidad autónoma “se cultivan con gran sostenibilidad ambiental, laboral y social productos saludables que llegan al resto del mundo”.
Asimismo, la consejera ha subrayado la implicación del sector pesquero andaluz con la conservación del medio natural como se plasma en su participación en el proyecto Ecomares, “que contribuye a la limpieza de basura marina”. En el ámbito pesquero, el proyecto LifeWatch ERIC incidirá, como ha explicado Crespo, en el estudio del mar y de las posibilidades de los distintos caladeros andaluces. “Esa información nos servirá para que en Europa se tomen decisiones correctas sobre los caladeros que nos afectan a Andalucía tanto del océano Atlántico y el mar Mediterráneo”, ha apostillado.
Cooperación internacional
LifeWatch ERIC es una infraestructura virtual europea de ciencia y tecnología que se centra en investigaciones relativas a la biodiversidad y los ecosistemas y cuyos estudios y proyectos obtienen un marchamo de calidad avalado a nivel comunitario. Además de España, participan en esta iniciativa de cooperación internacional expertos de Bélgica, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Eslovenia.
En el caso concreto del proyecto Smart Food, a los integrantes de LifeWatch ERIC se suman las universidades de Córdoba y Málaga y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CeiA3), participado por las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jaén.
La actividad de este nanosatélite se centrará en la monitorización de datos de interés para esta iniciativa de cooperación internacional relativos, por ejemplo, a calidad ambiental, temperatura, flujos o tipos de suelos. “De esta forma, seguiremos avanzando hacia esa Agricultura 5.0 que nos permita estar cada vez más tecnificados y aumentar, aún más si cabe, en sostenibilidad del campo y el mar”, ha apuntado.
La responsable de Agricultura ha visitado en Sevilla la sede del consorcio europeo de investigación LifeWatch ERIC, en el que se enmarca la iniciativa Smart Food liderada por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), dependiente de la Consejería de Agricultura. La Junta destina cerca de cinco millones de euros a este proyecto cuyos principales objetivos son conformar una fotografía real del campo y el mar de Andalucía y demostrar con datos objetivos el impacto y la aportación de estos ecosistemas al medio ambiente y la biodiversidad. De esta forma se pretende incidir en la toma de decisiones de Europa con el fin de adaptarlas a la realidad actual y, para recopilar los datos necesarios, el proyecto emplea tecnología punta como sensores, globos sonda y nanosatélites, y se apoya en el Big Data.
En su intervención, Carmen Crespo ha subrayado que Smart Food es “un proyecto magnífico” y ha apostado por “seguir colaborando” a nivel internacional en las iniciativas de LifeWatch ERIC al considerarlo “imprescindible para la tecnificación de nuestro sector primario”.
Por su parte, el director general tecnológico de LifeWatch ERIC, Juan Miguel González Aranda, ha destacado “la importancia del sector agrícola, pesquero y ganadero dentro de los paradigmas de desarrollo verde y azul, en coordinación con las políticas del Green Deal Europeo y Blue Growth”, y ha apuntado que LifeWatch ERIC “constituye la infraestructura principal para la gestión, tratamiento y obtención de conocimiento basado en unos datos que permiten no solo la investigación más allá de una publicación científica, sino también tomar decisiones en el ámbito político y económico, tanto público como privado, para la gestión medioambiental; y un acercamiento a la creación de empleo verde y azul, en el cual Andalucía nos ha apoyado desde el principio a través de su Gobierno”. Además, González Aranda se ha congratulado de que Andalucía lidere por elección de la Comisión Europea “el paquete de trabajo de tecnología de la información de los datos científicos para el programa global europeo de agroecología y agrobiodiversidad” y ha agradecido el “apoyo institucional, en especial, de la Consejería de Agricultura” apuntando que “la biodiversidad no puede estar de espaldas a la realidad productiva”.
Ejemplo de sostenibilidad
Por otro lado, la consejera ha destacado también la necesidad de aprovechar la presidencia de la Unión Europea por parte de España para “mostrar al mundo lo que somos”. A modo de ejemplo, ha puesto en valor que en Andalucía se obtienen alimentos con “20 veces menos huella hídrica que la media europea” y evitando el uso de calefacción, por lo que se reduce también la huella energética de la producción agrícola. “Hay que visualizar todo esto y ayudar a los agricultores y ganaderos, que están deseosos de hacer prácticas medioambientales pero necesitan tiempo y recursos económicos para ello”, ha afirmado.
Al hilo de esta apuesta de los productores andaluces por las técnicas sostenibles, Crespo ha recordado que más del 29% de la superficie agraria útil de Andalucía se corresponde con producción ecológica, por la que esta tierra “contribuye en gran medida a elevar la media española para alcanzar el 25% que establece la Unión Europea para 2030 en la Estrategia De la Granja a la Mesa”. “Andalucía ya lo cumple y, además, también apostamos por la Producción Integrada”, ha añadido la consejera, para quien queda demostrado que en esta comunidad autónoma “se cultivan con gran sostenibilidad ambiental, laboral y social productos saludables que llegan al resto del mundo”.
Asimismo, la consejera ha subrayado la implicación del sector pesquero andaluz con la conservación del medio natural como se plasma en su participación en el proyecto Ecomares, “que contribuye a la limpieza de basura marina”. En el ámbito pesquero, el proyecto LifeWatch ERIC incidirá, como ha explicado Crespo, en el estudio del mar y de las posibilidades de los distintos caladeros andaluces. “Esa información nos servirá para que en Europa se tomen decisiones correctas sobre los caladeros que nos afectan a Andalucía tanto del océano Atlántico y el mar Mediterráneo”, ha apostillado.
Cooperación internacional
LifeWatch ERIC es una infraestructura virtual europea de ciencia y tecnología que se centra en investigaciones relativas a la biodiversidad y los ecosistemas y cuyos estudios y proyectos obtienen un marchamo de calidad avalado a nivel comunitario. Además de España, participan en esta iniciativa de cooperación internacional expertos de Bélgica, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Eslovenia.
En el caso concreto del proyecto Smart Food, a los integrantes de LifeWatch ERIC se suman las universidades de Córdoba y Málaga y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CeiA3), participado por las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jaén.