Entre otras cuestiones, Carmen Crespo ha destacado que la reunión le ha permitido compartir con el director europeo la importancia de que las TAC y cuotas de pesca se establezcan de forma bienal. “Esta posibilidad, planteada por España, es fundamental para el sector pesquero andaluz”, ha afirmado la consejera, quien ha explicado que los informes científicos se elaboran actualmente cada dos años y, si se aplica la propuesta española, se lograría acompasar la actualización de los datos y de las posibilidades de pesca. Crespo ha subrayado la relevancia de contar con “información especialmente detallada” y actualizada del estado de los caladeros para poder tomar decisiones que se ajusten al máximos posible a la realidad de cada una de las pesquerías.
Por otro lado, la consejera ha trasladado también al representante europeo su “preocupación por la pesca de arrastre” y la valoración que desde Andalucía se hace del Plan de Acción que impulsa el comisario Virginijus Sinkevicius. Al respecto, Carmen Crespo ha mostrado su esperanza de que la Comisión Europea “tenga en cuenta el importante esfuerzo pesquero que ha hecho ya la flota andaluza” que, entre otras medidas, ha adaptado sus artes de pesca a las medidas establecidas para avanzar hacia el máximo respeto medioambiental de esta actividad. Además, como ha recordado la consejera, entre 2008 y 2022 se ha producido una reducción del 21% en esta flota con el fin de “adaptarse a la realidad” del caladero.
El sector pesquero andaluz tiene un papel socioeconómico estratégico para la Comunidad Autónoma, ya que más de 20.000 familias dependen de una pesca tradicional que se lleva a cabo a lo largo de todo el litoral de esta región. En el caso concreto del arrastre, los más de 200 barcos andaluces que se dedican a esta modalidad generan 3.000 empleos en Andalucía.
La importancia de la flota andaluza se plasma también en el gran peso que tiene su actividad en la producción pesquera de España, país que concentra el 20% del total de la Unión Europea.
Entre otras cuestiones, Carmen Crespo ha destacado que la reunión le ha permitido compartir con el director europeo la importancia de que las TAC y cuotas de pesca se establezcan de forma bienal. “Esta posibilidad, planteada por España, es fundamental para el sector pesquero andaluz”, ha afirmado la consejera, quien ha explicado que los informes científicos se elaboran actualmente cada dos años y, si se aplica la propuesta española, se lograría acompasar la actualización de los datos y de las posibilidades de pesca. Crespo ha subrayado la relevancia de contar con “información especialmente detallada” y actualizada del estado de los caladeros para poder tomar decisiones que se ajusten al máximos posible a la realidad de cada una de las pesquerías.
Por otro lado, la consejera ha trasladado también al representante europeo su “preocupación por la pesca de arrastre” y la valoración que desde Andalucía se hace del Plan de Acción que impulsa el comisario Virginijus Sinkevicius. Al respecto, Carmen Crespo ha mostrado su esperanza de que la Comisión Europea “tenga en cuenta el importante esfuerzo pesquero que ha hecho ya la flota andaluza” que, entre otras medidas, ha adaptado sus artes de pesca a las medidas establecidas para avanzar hacia el máximo respeto medioambiental de esta actividad. Además, como ha recordado la consejera, entre 2008 y 2022 se ha producido una reducción del 21% en esta flota con el fin de “adaptarse a la realidad” del caladero.
El sector pesquero andaluz tiene un papel socioeconómico estratégico para la Comunidad Autónoma, ya que más de 20.000 familias dependen de una pesca tradicional que se lleva a cabo a lo largo de todo el litoral de esta región. En el caso concreto del arrastre, los más de 200 barcos andaluces que se dedican a esta modalidad generan 3.000 empleos en Andalucía.
La importancia de la flota andaluza se plasma también en el gran peso que tiene su actividad en la producción pesquera de España, país que concentra el 20% del total de la Unión Europea.